14/6/09

EL MOMENTO DE ACTUAR


Todos los seres humanos tenemos cierta carga de energía femenina y masculina, independientemente de nuestro sexo.
La energía femenina es una energía receptiva, pasiva.
La energía femenina es más agresiva y orientada hacia la acción.
Si nos enfocamos a desarrollar solamente la energía femenina, tenderemos más a esperar, a observar, antes de tomar una decisión. En ciertas situaciones de nuestras vidas esto es lo más adecuado.
Si nos enfocamos más en las energías masculinas, tendemos a ser más activos, dinámicos, impacientes. Al igual que en el caso de la energía femenina, en ciertas situaciones ésta es la energía más adecuada.
Sin embargo, si queremos vivir una vida más equilibrada y efectiva, tendremos que equilibrar también el uso de estas energías.
Visualizar y soñar eternamente no nos llevará a ningún lado al menos que demos el primer paso, es decir, que actuemos.
Para crear una vida abundante por lo tanto y como en cualquier otra situación de nuestra vida, debemos soñar, visualizar, creer, esperar... pero también habrá momentos en los que es mejor tomar decisiones, actuar y seguir adelante.
Los emprendimientos son ejemplos de esta energía masculina. El uso apropiado de los recursos de los que disponemos buscando nuestro bienestar y el bienestar de los que nos rodean, es lo que nos al final nos llevará al éxito.
Un cantidad equilibrada de cada una de ellas es la que nos hace efectivos en nuestra vida.